Ante el incumplimiento por Joe Biden de su promesa electoral, un número creciente de legisladores de su partido junto con ex funcionarios y expertos están instando a la Casa Blanca a renovar la normalización de las relaciones con La Habana que se promovió cuando él era vicepresidente.
Ciento catorce diputados federales demócratas enviaron una carta a Biden este jueves en la que expresan: “apoyamos una política de compromiso diplomático con Cuba que permita avanzar hacia la normalización de las relaciones”.
“Le instamos a que adopte medidas humanitarias inmediatas como Naciones Unidas han instado en repetidas ocasiones para suspender las regulaciones estadunidenses que impiden que alimentos, medicinas y otra ayuda humanitaria lleguen al pueblo cubano”, escribieron.
El grupo de legisladores encabezado por cuatro presidentes de influyentes comités o subcomités -James McGovern del Comité de Reglas, Gregory Meeks del comité de Asuntos Exteriores, Barbara Lee de un subcomité de Apropiaciones y Bobby Rush de un subcomité de Energía y Comercio.
Apertura de relaciones internacionales
También pidieron la eliminación de una amplia gama de restricciones sobre el envío de asistencia, medicina, el traslado de remesas como levantar las que limitan viajes a Cuba entre otras impuestas o ajustadas por el anterior gobierno de Donald Trump.
Solicitan que Cuba sea removida de la famosa lista de “Estados Patrocinadores del Terrorismo”, tal como lo hizo Obama en su momento.
“Creemos que una política de acercamiento con Cuba sirve a los intereses de EU y del pueblo cubano. Un esfuerzo más amplio hacia la normalización de las relaciones entre ambos países”.
Argumentan que “la protección de los derechos humanos en Cuba, incluido el derecho a la protesta, se consigue mejor con un compromiso diplomático que con el aislamiento unilateral, que ha demostrado ser una política fallida.
Otras figuras influyentes del partido de Biden incluyendo a ex altos funcionarios del gobierno de Obama, han estado expresando su decepción de mantener hasta ahora la política bilateral de Donald Trump.
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