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La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha anunciado que inició una investigación contra Jesús Murillo Karam, exprocurador general de México.

Ademas de Murillo, se investiga a una red de familiares y colaboradores por presunto tráfico de influencias y fraude fiscal.

Esquema ilícito

La dependencia apunta a que Murillo Karam posiblemente esté relacionado con un esquema de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Esto debido a que una empresa familiar, resultó beneficiada con contratos del Gobierno Federal cuando éste se desempeñaba en su cargo.

Preso

El exfuncionario, que tiene 74 años, ya está en la cárcel acusado de desaparición forzada, tortura y obstrucción a la justicia, en el marco de las investigaciones por el caso Ayotzinapa

La indagatoria realizada por la Unidad fue trasladada a la Fiscalía General de la República (FGR) este lunes a través de una denuncia por operaciones con recursos de procedencia ilícita.

En el comunicado emitido por la unidad, dirigida por Pablo Gómez, se identifica que entre 2013 y 2015 la empresa de Murillo Karam obtuvo licitaciones por parte de Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

En ese mismo lapso, Murillo Karam tenía como secretario particular a Gerardo Ruiz Dosal, hijo del titular de la SCT.

Murillo enía cargos importantes

Murillo Karam fue procurador de diciembre de 2012 a febrero de 2015. 

En ese periodo de tiempo, tres empresas constructoras, Alvarga, Kuoro e Itrio, propiedad de hijos, sobrinos y parientes políticos del funcionario, ganaron contratos de obra por 4.625 millones de pesos.

Esto justo durante los tres años que él ocupó uno de los puestos más importantes en el gabinete presidencial, según desveló Mexicanos Contra la Corrupción.

Las compañías multiplicaron, en ese margen, 714% sus contratos de obra pública y las tres se apagaron cuando Murillo Karam salió de la Administración.

La UIF menciona irregularidades en la constitución de una de esas empresas y también lagunas fiscales.

Los números no cuadran

Declaró deducciones similares a sus ingresos acumulables lo que hace inviable el sostenimiento económico de la misma, al tener ganancias mínimas.

Situación que contrasta con el volumen de contratación pública que recibió y las operaciones financieras frente a lo declarado fiscalmente.

Por último, la unidad acusa a Murillo Karam de recibir 2,8 millones de dólares en 2017 en concepto de “un retorno de inversión del extranjero” y de haber colocado 26,5 millones de pesos en cuentas propias en el extranjero durante 2020 y 2021 sin haberlo declarado al fisco.

Pandora Pappers

La investigación de los Papeles de Pandora, que coordinó el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, reveló que Jesús Murillo Ortega, hijo del ex procurador, constituyó en Panamá junto a su entonces esposa una empresa denominada Sweet Land Ltd el 24 de marzo de 2014, cuando su padre estaba en el cargo.

El propósito de la offshore era administrar “bienes raíces” y los activos estimados eran de un millón, aunque los documentos no precisaban si se trata de pesos o dólares.

La fuente de los ingresos, según el formulario de inscripción de la sociedad, eran sus ahorros personales.

Consultado sobre el tema, Murillo Ortega aclaró que la compañía nunca tuvo actividad u operación y ni siquiera abrió alguna cuenta bancaria.

Esta información se extrae a partir de un análisis de riesgos, que la UIF inicia con respecto de las personas mexicanas expuestas políticamente mencionadas en la investigación de los Pandora Papers, entre las que se encuentra Murillo Karam.

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