El día miércoles se encontraron en audiencia para esclarecer la situación de Genaro “G” entre un cumulo de documentos y un numero desconocido de testigos por parte de la defensa.
“Este es un caso particularmente complejo”, afirmaron los fiscales ante el juez federal Brian Cogan, al señalar que el acusado “fue un funcionario de rango de gabinete” en México y que se requerían incluso testigos mexicanos.
César de Castro, el principal abogado de defensa de Genaro “G”, argumentó que era sumamente difícil evaluar la evidencia.
Indicó que la fiscalía ya ha compartido “millones de documentos” y que “la mayoría no hace referencia a Genaro “G””.
Hasta ahora “no hay evidencia de criminalidad, ni vínculo con el narcotráfico” en todo este material. Señaló que su cliente “fue la cara del gobierno mexicano” en asuntos de inteligencia con Estados Unidos.
La defensa argumentó que una demanda interpuesta por el gobierno mexicano contra Genaro “G” y sus familiares.
De igual manera, el juez postergó una decisión sobre la solicitud presentada por los fiscales para que el jurado que se instalará para el juicio de Genaro “G” sea designado anónimo y parcialmente protegido.
El acusado, presente físicamente en el tribunal, escuchó el intercambio sobre su caso a lado de su abogado defensor.
Más delgado y disminuido físicamente, ingresó a la sala con su uniforme de reo color caqui, y después de responder al saludo del juez se mantuvo en silencio.
Genaro “G” está acusado en Estados Unidos, cuando encabezaba la Agencia Federal de Investigaciones, y, como secretario de Seguridad Pública de México.
“Aceptó millones de dólares en sobornos del cártel de Sinaloa a cambio de otorgar protección para sus actividades de tráfico de drogas”.
Los cargos incluyen participación en un negocio criminal, varios de conspiración para distribuir cocaína y hacer declaraciones falsas.
El proceso continuará con otra audiencia preliminar programada para el 16 de febrero de 2022.
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