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La luz no sube solo en España, si no que sube en toda Europa, pues sus precios son muy elevados.

El año pasado se cerró con los precios más altos de luz en la historia de España. En los últimos meses, el precio del MWh se ha convertido en un dato fijo del telediario.

Aunque, nadie recuerda el precio medio de hace un año: 28,5€/MWh en febrero de 2021. pues, no era noticia.

El precio de luz se dispara terriblemente

Los precios más altos de la electricidad de la historia europea, es un fenómeno paneuropeo.

En 2021, los precios mayoristas de la electricidad en la UE se dispararon y los países experimentaron niveles récord al final del año.

Detrás del imprevisto incremento se encuentran una combinación de diversos factores estructurales, coyunturales y fortuitos.

Entre los factores estructurales, muchos analistas incluyen el mecanismo marginalista de fijación de precios y el escaso margen de maniobra de un mercado eléctrico.

Los factores coyunturales son los ligados al aumento de la demanda por la recuperación económica pospandémica, que empuja a su vez los precios del gas natural, del carbón y de los derechos de emisión.

Los factores fortuitos como la falta de viento en Europa durante mucho tiempo y la parada de un tercio de los reactores nucleares de Francia a raíz de un problema en sus instalaciones.

En diciembre de 2021, 17 de los 56 reactores franceses estaban parados, forzando los mayores niveles de importación de electricidad y poniendo al límite las interconexiones con países vecinos.

Crisis de luz como en los 70

Los más pesimistas hablan ya de esta crisis de luz y algunos se atreven a decir que estan a las puertas de una crisis económica comparable con la de los años 70 del siglo pasado.

El aumento en los precios de la electricidad en Europa sería solo el comienzo de la escasez de suministros energéticos a nivel mundial mundial.

Ni el petróleo ni el gas natural están en precios máximos históricos. Ambos están lejos de los máximos de la última década.

Desde marzo de 2020 los precios de los combustibles vienen marcando una tendencia alcista, acompañando a la recuperación económica y al recorte de suministro ruso, el actual nivel de precios de los combustibles fósiles no invita a pensar en una crisis energética global.

¿El petróleo esta en riesgo?

¿Podría la elevación de los precios de la electricidad provocar una crisis económica de las proporciones que tuvo la crisis del petróleo hace 50 años?

La respuesta pasa por comprender la estructura del consumo energético.

La energía no es la forma principal que se utiliza y de la que se dependa, pues no alcanza el 20 % del consumo final, frente al 40 % que sigue representado el petróleo.

En 1973, cuando el precio del petróleo sufrió el alza, se tuvo la peor crisis económica de la segunda mitad del siglo XX, el petróleo representaba casi la mitad del consumo final de energía del mundo.

Es por eso por lo que la subida del precio de los combustibles derivados del petróleo sigue siendo, aún hoy, un fuerte desestabilizador de economías.

¿La electricidad seguirá marcando maximos?

Es difícil saber, debido a los factores estructurales, coyunturales y fortuitos que ya hemos enumerado siguen en marcha.

El invierno es frío, los precios seguirán en máximos, si no sopla el viento, también. Si Rusia invade Ucrania, el precio del gas subirá.

Si el precio del gas en los mercados internacionales sigue al alza, los precios de la electricidad lo reflejarán sin duda.

Si más reactores tienen que entrar en parada no programada, las interconexiones europeas podrían alcanzar su límite y forzar apagones en Francia y, aumentar los precios en toda Europa.

Pero, la demanda eléctrica de primavera es menor que la invernal y las rutas marítimas están abarrotadas de buques llenos de gas para Europa. Puede que ya hayan quedado atrás las peores semanas.

Estrechando lazos

Muchas personas abogan porque España gane independencia energética cuando el país es prácticamente una isla eléctrica.

La Unión Europea recomienda que la capacidad mínima de interconexión entre países sea de al menos el 10 % de la capacidad de generación instalada.

España es el único país de la Europa que no alcanza este umbral (los intercambios de electricidad internacionales en 2020 no llegaron al 3 %).

Tener más y mejor acceso al sistema eléctrico europeo, uno de los más robustos y seguros del mundo, aumenta la seguridad y continuidad del suministro.

Además, incrementa la eficiencia de los sistemas interconectados, aprovechando la generación de energía más barata.

Al permitir que la energía sea transportada desde donde cuesta menos hasta donde es más cara.

Las interconexiones juegan un papel clave en la integración de los mercados eléctricos y serán una de las maneras en las que, los precios de la electricidad volverán a su cauce.

En las semanas que quedan de este invierno, es probable que se vuelvan a observar máximos históricos puntuales en los precios mayoristas de electricidad en España y en Europa. Pero, también, podría haber pasado ya lo peor de esta crisis de precios.

En cualquier caso, los datos disponibles de precios y estructura del consumo energético actual descartan que nos encaminemos, en el corto plazo, a una crisis energética global al estilo de la de los años 70 del siglo XX.

Mar Rubio Varas, Profesora titular de Historia e Instituciones Económicas. Subdirectora del Institute for Advanced Research in Business and Economics (INARBE), Universidad Pública de Navarra

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