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La candidatura multinacional del elemento fue postulada por 16 países del Medio Oriente; esta manifestación data del siglo VII y está ligada a la expansión del Islam.

La caligrafía árabe es el arte de transcribir con fluidez las 28 letras del alfabeto del idioma arábigo para imprimir armonía, elegancia y belleza a la escritura.

Esta manifestación cultural que data del siglo VII de nuestra era, ligada a la expansión del Islam, fue inscrita en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

La candidatura multinacional, presentada conjuntamente por las comunidades portadoras de los países donde se practica, Arabia Saudita, Argelia, Bahrein, Egipto, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Mauritania, Marruecos, Omán, Palestina, Sudán, Túnez, Emiratos Árabes Unidos y Yemen, bajo el nombre de “Caligrafía árabe.

En un principio, esta caligrafía se concibió para lograr que los escritos fueran más claros y legibles, y estuvo ligado a textos religiosos de la revelación musulmana, pero luego se fue transformando en un verdadero arte árabe islámico para escribir obras clásicas y modernas.

“Hay varios estilos de caligrafía árabe. Los más comunes son: Kufi, Ruqaa, Naskh, Thuluth, Diwani y Maghribi. Estos estilos se han desarrollado a lo largo del tiempo, cada uno con una variedad de expresiones y composiciones”, se lee en el expediente de postulación de la candidatura.

Cultura árabe

El instrumento tradicional del calígrafo árabe es el cálamo (qalam), un instrumento de escritura normalmente hecho de caña seca o tallos de bambú, o en ocasiones puede estar hecho de pico y plumas de acero, cortadas y partidas en diferentes tamaños.

La tinta se elabora con una mezcla de miel, negro de humo y azafrán; y el papel se fabrica a mano y se trata con almidón, clara de huevo y alumbre. En la caligrafía moderna se usan frecuentemente rotuladores y pinturas sintéticas, así como pulverizadores para escribir en vallas, tablones y paredes de edificios, expresa la UNESCO.

Los artesanos y diseñadores usan también la caligrafía árabe para ejecutar ornamentaciones artísticas en mármoles, tallados en madera, bordados en tela y grabados en metal. Este arte caligráfico está ampliamente extendido por los países árabes y fuera de ellos, y lo practican hombres y mujeres de todas las edades, incluso en países occidentales se ha popularizado la caligrafía árabe en tatuajes.

Las técnicas de ejecución se transmiten de modo informal, mediante sistemas de aprendizaje o en centros docentes oficiales. En algunos países existe un sistema para transmitir la experiencia y acreditar a los calígrafos conocido como “Ijazah”.

Otro método, llamado “Sabyanah”, domina en Egipto. Consiste en transmitir la competencia del calígrafo profesional a su aprendiz en varias etapas. La primera se llama “Bedaya” que significa comenzar, luego el ayudante se convierte en “aprendiz” y luego en “ayudante de calígrafo” hasta alcanzar el nivel de “calígrafo”.

En Argelia, Mauritania, Marruecos y Sudán, la caligrafía árabe se transmite en las escuelas coránicas tradicionales adjuntas a las mezquitas llamadas “Zawiya” o “Madrasa”. En el Líbano, algunos calígrafos árabes conocidos fueron entrenados por sus padres.

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