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En un trágico suceso ocurrido en Tultepec, Estado de México, el veterinario Héctor Cañas fue asesinado presuntamente por los dueños de una perrita de raza Yorkshire Terrier, quien falleció tras una cirugía de emergencia en su clínica. Antes de su muerte, Cañas denunció amenazas y hostigamientos por parte de los propietarios de la mascota, quienes lo responsabilizaron por el deceso.

El 22 de enero de 2025, la perrita, llamada Mía, fue ingresada de urgencia debido a una obstrucción en el esófago causada por un hueso de aproximadamente 3 cm. A pesar de que el veterinario recomendó una cirugía inmediata, los dueños optaron por buscar una segunda opinión, lo que retrasó el procedimiento. Finalmente, se realizó la operación para extraer el objeto, pero durante la fase de recuperación, Mía sufrió complicaciones que derivaron en un paro cardiorrespiratorio, resultando en su fallecimiento.

Tras la muerte de la mascota, Cañas fue objeto de amenazas y extorsiones por parte de los dueños, quienes exigían una compensación económica. El veterinario compartió en sus redes sociales imágenes de heridas de arma blanca que, según él, fueron infligidas por los propietarios de Mía. En una de sus últimas publicaciones, afirmó: “La negligencia no es por parte nuestra…”.

Este lamentable incidente ha generado conmoción en la comunidad veterinaria y entre la población en general, resaltando la importancia de la seguridad para los profesionales de la salud animal y la necesidad de manejar con responsabilidad las situaciones críticas relacionadas con las mascotas.

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