La visita de Biden serviría para desbloquear el estancamiento político de Irlanda del Norte
Es difícil encontrar una familia en Irlanda del Norte que no se haya visto afectada por “the Trouble”, el nombre que recibe el conflicto armado en Irlanda del Norte, que cobró miles de vidas entre finales de la década de 1960 y 1998.
En 1998, el Acuerdo de Viernes Santo, también conocido como el Acuerdo de Belfast, trajo finalmente la paz. Los grupos paramilitares acordaron deponer las armas, los prisioneros fueron liberados y se diseñó un plan para compartir el poder, así como un gobierno descentralizado.
Washington fue uno de los actores que ayudaron a negociar el acuerdo, y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dedicó gran parte de su discurso en la Universidad de Ulster el miércoles a reflexionar sobre los logros del pacto.
“Vengo a Belfast para comprometerme con todo el pueblo de Irlanda del Norte: los Estados Unidos de América seguirán siendo su socio en la construcción del futuro que merecen los jóvenes de nuestro mundo. Nos importa a nosotros, a los estadounidenses, y a mí personalmente” dijo Joe Biden.
¿Su visita fue de gran ayuda?
Pero, tan pronto como acabó de dar su discurso, Biden se marchó de Irlanda del Norte para cruzar la frontera hacia Irlanda, donde permanecería hasta el viernes por la noche.
Es decir, la escala en Belfast ha durado menos de 24 horas y solo ha tenido un acto público.
Muchos piensan que eso se debe a la actual situación en Irlanda del Norte, porque, un cuarto de siglo después de la firma del Acuerdo de Viernes Santo, la paz permanece, pero existe un estancamiento político, lo que implica que algunas de las instituciones que aquel pacto estableció no funcionan.
Irlanda del Norte no ha tenido un gobierno en pleno funcionamiento desde que se celebraron las últimas elecciones, hace más de un año.
El Partido Unionista Democrático (DUP) se ha negado a formar un ejecutivo, argumentando que los acuerdos comerciales establecidos después de que Gran Bretaña abandonara la Unión Europea representan una amenaza existencial para el lugar de Irlanda del Norte en el Reino Unido.
En su discurso, Biden dijo que esperaba que el ejecutivo y la asamblea de Irlanda del Norte se restablecieran pronto.
Después del discurso de Biden, el líder del DUP, Jeffrey Donaldson, declaró a DW: “No creo que la visita de hoy cambie la dinámica política”.
La visita de Biden a Irlanda del Norte fue rápida
Donaldson se reunió con Biden al margen del discurso en la Universidad de Ulster; “Fue muy claro en la conversación que tuve con él que no está aquí para interferir políticamente, que es un asunto de los líderes políticos de Irlanda del Norte tomar las decisiones sobre el camino a seguir”, explica Donaldson.
El DUP no está satisfecho con las reformas sobre el Brexit acordadas por Gran Bretaña y la Unión Europea.
“Creo que el Gobierno [del Reino Unido] debe ir más allá en términos de garantizar que nuestra capacidad para comerciar dentro del Reino Unido no solo se respete, sino que esté protegida por la ley”, dice Donaldson. Lo que significa que, por ahora, el estancamiento continúa.
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