Sergio Massa y Javier Milei se enfrentaron en la segunda vuelta del debate presidencial
En un debate que podría ser decisivo para resolver el empate técnico con que llegan los dos finalistas de las elecciones presidenciales argentinas, el oficialista Sergio Massa desplegó habilidad y experiencia para poner a la defensiva y hacer ver mal a Javier Milei, sin tener que responder por sus errores.
Massa se mostró como un político preparado, paternal y tolerante, ante un adversario ofuscado que no pudo siquiera mencionar el principal problema doméstico de los argentinos, la inflación.

Con un rating acumulado de 48.5 puntos –sólo por debajo de los juegos de Argentina en el Mundial de Qatar, que en la final tuvo 63.7–, el debate de anoche fue desaprovechado por el candidato libertario Javier Milei al tener enfrente al ministro de Economía de su país, y no arrinconarlo con el 140 de inflación anual, las reservas negativas del Banco Central por -11 mil 500 millones de dólares, una deuda pública de 415 mil millones de dólares y sin dinero real en el bolsillo.
Al arranque, Massa interrogó a Milei con preguntas a responder sí o no en economía, cuando debió ser al revés: el ministro que disparó la deuda e imprimió billetes en siete puntos del PIB no tuvo que contestar a nada de eso.
El candidato peronista (no se usó ni una sola vez ese término) no debió explicar ninguno de esos tropiezos que hoy tienen a Argentina con el agua al cuello, sin dinero, con una decena de tipos de cambio diferentes sin un dólar en las arcas.

¿Milei no sabe nada sobre el gobierno argentino?
Fue notable el desconocimiento de Milei sobre asuntos de gobierno, cuando Massa lo interrogó acerca de la ruptura comercial con Brasil y China que planteó en el programa de gobierno, por tratarse de países comunistas.
Quizás el momento más tenso se dio cuando Massa le recordó que Patricia Bullrich, exrival de MiIei y hoy aliada en la segunda vuelta, lo invitó a hacerse un examen psiquiátrico.
Con eso, Sergio Massa le estaba diciendo que sus problemas mentales no son nuevos. Tremendo golpe. Ni cuando tenía razón Milei transmitía seguridad, mucho menos aplomo.

En el tema del libre comercio pudo haber barrido a Massa y su credo proteccionista. No supo hacerlo. O no pudo. Ya estaba tocado.
El cierre de Milei fue lo mejor de la noche para él, cuando se dirigió a la cámara y preguntó a los argentinos si “queremos seguir transitando este sendero decadente, condenados a la miseria… Te pregunto si quieres que nos siga gobernando esta casta de ladrones (señaló a Massa) o yo”.
Massa contestó con voz pausada: “Si tenés algo mío, te acompaño el lunes al juzgado para que presentes la denuncia. Vamos juntos”.

Milei le dijo que eran de todos conocidos los robos del kirchnerismo, lo cual es cierto. La respuesta de Massa pareció el anuncio de un fin de ciclo:”Javier, esto no es entre Cristina o Macri”. Hizo una pausa para poner acento y teatralidad: “Es vos o yo”.
Milei tuvo la última palabra del debate: “Argentina sólo es posible si es en libertad”.
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