Canadá prohíbe comprar casas a extranjeros que no residan en el país
El gobierno de Justin Trudeau prohibirá que los extranjeros no residentes en Canadá puedan comprar viviendas al menos hasta el 2025.
Como medida para controlar los precios inmobiliarios, que se han disparado en los últimos años tras la pandemia de covid-19 y el impulso de la burbuja inmobiliaria en varios países del mundo.
La medida, que entró en vigor el pasado 1 de enero, se aprobó tras haberse producido numerosas operaciones de especulación a manos de corporaciones e inversores extranjeros.
Las casas son para las personas, no para los inversionistas”, insistió Trudeau.
Los migrantes que busquen vivir en Canadá sí podrán comprar viviendas, siempre y cuando sea su residencia principal.
La medida, una de las promesas electorales de Trudeau que fue lanzada desde su reelección en 2019, se pone en práctica pese a que los precios de la vivienda en Canadá han caído en torno al 13% este año, según la Asociación Canadiense de Bienes Raíces.
En abril de 2022, el gobierno canadiense presentó un proyecto para la reducción del déficit y el abaratamiento de la vivienda en el país en su paquete económico del año pasado.
De los 31 mil 200 millones de dólares canadienses correspondientes al nuevo gasto, una tercera parte está destinada a hacer la compra de viviendas más asequibles para los canadienses.
Pese a las fuertes subidas tras la pandemia y de que el Banco Central de Canadá haya estado elevando las tasas de interés en los últimos meses.
Dudas en Canadá sobre la efectividad de la medida
Pero algunos han criticado la medida, argumentando que no está claro si tendrá algún impacto en el mercado inmobiliario de Canadá.
A fines de diciembre, el gobierno anunció algunas exenciones a la regulación, que incluye a estudiantes internacionales que han estado en el país durante al menos cinco años, a los solicitantes de refugio y a personas con permisos de trabajo temporales.
Los residentes no canadienses que viven en el país representan menos del 6 % de los propietarios de viviendas en Ontario y Columbia Británica, provincias que albergan Toronto y Vancouver, dos de los mercados inmobiliarios más caros del mundo.
En ambas ciudades, el precio de una vivienda promedio es superior a US$730.000.
Si bien los precios de la vivienda en Canadá cayeron levemente en 2022, siguen siendo mucho más altos que hace una década.
Los precios de las viviendas aumentaron un 48% el año pasado con respecto a 2013, cuando el precio promedio de una vivienda era de US$386.000.
Nueva Zelanda aprobó una legislación similar en 2018 que prohíbe que algunos extranjeros compren viviendas, pero la medida no ha impedido que los precios de las viviendas ajustados a la inflación sigan aumentando.
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