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Empleados del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señalaron que la confrontación con la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) es consecuencia de un proceso de precarización padecido en el instituto. En el cual, durante décadas existió una disminución de prestaciones y del ingreso real, cargas laborales duplicadas o triplicadas y la inestabilidad en la contratación.

Funcionarios, trabajadores y docentes de la dependencia, denunciaron que el entorno adverso a las condiciones laborales, viene desde hace dos sexenios.

Aunque el director general del INAH, Diego Prieto, reafirmó que todos los trabajadores eventuales de la ENAH serán recontratados y se comprometió a tener listos los documentos este viernes, la situación contra los derechos laborales es más de fondo, de acuerdo a las opiniones de empleados.

Uno de los empleados de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) comentó que la mayoría de los trabajadores del INAH tienen el sistema de contratación “eventual”, mejor conocido como de “salarios compactados”.

“Estamos hablando de una precarización completa en el INAH y sus dependencias. Es una lástima porque hay muchos casos de favoritismo y nepotismo”, expresó.

Además, asegura que se trata de un daño en las condiciones generales del trabajo que se ha acumulado desde varios sexenios. Resalta que en la institución, la mayoría de los empleados especializados son “eventuales”. Pues tienen muchos años de trabajo ahí y se encargan de proyectos muy importantes.

También se encargaron de la restauración del patrimonio dañado en los sismos de septiembre de 2017, la conservación de la polémica escultura de Cristóbal Colón retirada de Paseo de la Reforma y los salvamentos de material arqueológico en la ruta del Tren Maya.

Puntualizó que esta precariedad laboral prevalece en todo el INAH y no es culpa de su coordinadora, María del Castro Barrera.

“En sexenios pasados estaba mucho peor, pero en la actualidad la mejoría ha sido mínima. Ante la falta de estabilidad no puedes comprar una casa o un coche porque no sabes si tendrás trabajo el siguiente trimestre o año. Y esto ha afectado la economía de muchas familias”.

Dos docentes que ganaron plazas permanentes coincidieron en que es común que no se les reconozca la antigüedad generada en diversas épocas. Debido a los requisitos excesivos de continuidad y de conservar los documentos que avalan su trabajo.

Un arqueólogo que trabajó durante casi una década, refirió que nunca se les hizo válida esa labor para cuestiones de antigüedad.

“El INAH es una institución injusta con sus trabajadores. Puesto que no respeta los años que sirvieron a la institución ni de la manera humana ni de sus derechos laborales. Que sí tienen otras universidades de la Ciudad de México”. Lamenta una profesora de la ENAH.

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