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Daños en planta nuclear de Zaporiyia pone en riesgo red eléctrica de Ucrania y Europa

Los diplomáticos están preocupados por un accidente atómico en una planta nuclear dañada por la guerra en Ucrania.

También deberían centrar su atención en un peligro mayor e inminente, según ingenieros que estudian infraestructura crítica.

Solo dos de los seis reactores de la planta de energía nuclear de Zaporiyia están en funcionamiento.

Lo que podría hacer que la red eléctrica de Ucrania se enfrente al colapso este invierno, con la crisis extendiéndose a los mercados energéticos vecinos de la Unión Europea.

La estación de energía atómica más grande de Europa, Zaporiyia, ha sido atacada en las últimas semanas por bombardeos, y Ucrania y Rusia se culpan mutuamente.

Las explosiones destruyeron infraestructura y cables críticos para enfriar reacciones atómicas y transmitir energía.

Los ataques no solo han aumentado la posibilidad de un evento de seguridad nuclear, según monitores internacionales.

Han provocado advertencias de que una falla en cascada en la red eléctrica podría poner en peligro a los ucranianos cuando las temperaturas caigan en picada.

Debido a que la red eléctrica de Ucrania ha estado conectada a la de Europa desde marzo, un apagón podría traspasar las fronteras del país.

Entso-e, la asociación europea para la cooperación de los operadores de sistemas de transmisión, citó “la naturaleza delicada y cambiante de la situación”.

‘Territorio inexplorado’

Zaporiyia está diseñado para cubrir una quinta parte de la demanda de electricidad de Ucrania cualquier desconexión abrupta se extendería a través de las redes de transmisión.

Si eso sucediera, “estaríamos en un territorio desconocido tanto para las redes eléctricas como para las sociedades”, apuntó Thomas Popik.

Un ingeniero que ha estado trabajando con ucranianos para identificar las vulnerabilidades de las redes eléctricas expuestas por la invasión de Rusia.

Una falla en la red podría tener grandes impactos. Las telecomunicaciones, los ferrocarriles y otros servicios críticos se detendrían, lo que podría generar nuevas oleadas de refugiados.

Los gasoductos de gas natural de Ucrania pueden verse obligados a desconectarse sin la electricidad necesaria para controlar los flujos de combustible a la UE.

Nunca antes una central nuclear había sido tomada como botín de guerra, ni obligada a seguir funcionando a punta de pistola.

Los ataques a la planta han aumentado desde principios de julio, según informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica presentados por diplomáticos ucranianos y rusos.

Los ingenieros ocupantes han estado elaborando planes para conectar la instalación a la red eléctrica de Rusia y cobrarle al gobierno de Kiev por la electricidad que genera.

El diseño de la planta de Zaporiyia y los recipientes de contención hacen que sea muy poco probable que ocurra una explosión como la que destruyó la planta de Chernobyl en Ucrania en 1986.

Pero no se puede descartar un accidente similar al de Fukushima en Japón hace poco más de una década si la planta se queda sin electricidad.

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