El análisis, que se actualizará cada dos años, con la participación de 350 expertos, examina la situación de la criminalidad en 193 países integrantes de la ONU.
México se ha convertido en el país con el mercado criminal más grande del mundo y la cuarta nación más afectada por la criminalidad, lo cual ilustra las deficiencias y debilidades en diversos sistemas como el de justicia penal y el de corrupción, al tiempo que es muestra de los niveles de resistencia del crimen organizado en nuestro país.
De acuerdo con Índice Global de Crimen Organizado 2021, de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, México suma una puntuación de 8 y 7.57 en indicador de mercado criminal y criminalidad en general, respectivamente, en una escala de 1 a 10, donde entre más alto es el puntaje de criminalidad de un país, son más severas son sus condiciones de criminalidad.
Dichas puntuaciones colocan a nuestro país en el primer sitio de 193 naciones en donde se cometen graves delitos como trata y tráfico de personas, tráfico de armas, de flora y fauna, así como un país con un gran comercio de drogas que van desde la heroína hasta cannabis.
Mientras que es el cuatro a nivel mundial y el segundo en el continente americano, con mayor presencia de grupos delictivos organizados, incluyendo cárteles y redes de corrupción. Sólo por debajo de países como la República Democrática del Congo; Colombia y Myanmar.
En materia de comercio criminal, el índice señala que durante 2020, México se posiciona como un país de tránsito para la trata de personas, principalmente para las víctimas centroamericanas que se dirigen al norte de la nación. Mientras que el tráfico sexual dentro de México y hacia Estados Unidos también es sustancial, ello a pesar de las estrictas regulaciones fronterizas debido al Covid-19, que provocaron un menor número de víctimas, pero a un valor más alto.
También se dijo que la pandemia exacerbó la colusión entre los funcionarios corruptos y los traficantes que se aprovechan de los migrantes a través de la participación forzada en economías criminales o la extorsión, con funcionarios que dependen menos del soborno y más de los vínculos del crimen organizado para obtener ganancias.
“El mercado de tráfico de personas de México es el más grande y sofisticado de la región, ya que es un país grande y sirve como país de origen y tránsito, principalmente hacia los Estados Unidos”, resalta el informe.
Asimismo, en el caso del comercio ilegal, se detalló que México tiene un mercado de tráfico de armas bien consolidado, por lo que dichos mecanismos bien establecidos permiten un fácil acceso de éstas en el país.
“El inmenso flujo de armas ilícitas de Estados Unidos, junto con las granadas y los RPG-7 de América Central y la fuga de armas de las fuerzas de seguridad corruptas, exacerba la violencia armada y el armamento criminal”, se indicó.
Sobre aquellos delitos relacionados con el medio ambiente, el informe destaca que México es un país de origen y tránsito de productos de flora regional, especialmente entre Brasil y Estados Unidos. Además de que el mercado de madera ilícita ha crecido en las últimas tres décadas, afectando a las comunidades rurales, a quienes obligan a pagar cuotas por protección, y aquellos en resistencia enfrentan secuestros o desapariciones.
Mientras que el tráfico de fauna es facilitado por autoridades corruptas, que genera ganancias significativas y una mayor demanda de vida silvestre, con especies como los jaguares, águilas reales, loros, guacamayos y reptiles, los más traficados.
Por otro lado, el informe también analizó el robo de combustible en nuestro país, ello al señalar que va en aumento, con algunos grupos enfocados exclusivamente en estas operaciones gracias a funcionarios corruptos que facilitan el robo y la redistribución de ganancias ilícitas.
Además de una minería ilegal de oro y plata, y las empresas formales enfrentan robos a mano armada, supuestamente por parte de cárteles, así como extorsión y secuestro de personal minero.
El índice también destacó que el aumento de la demanda por parte de los consumidores de drogas estadounidenses que pasaron del consumo de analgésicos recetados a la heroína callejera, provocó un aumento de la producción en México. Sin embargo, el aumento del cultivo de amapola y el exceso de oferta están erosionando el valor de la pasta de amapola.
Además, los cárteles mexicanos también participan en la producción y el transporte de metanfetamina y, cada vez más, de fentanilo. Mientras que México sigue siendo el mayor proveedor extranjero de Estados Unidos de Cannabis.
Por último, se dijo que el comercio de cocaína de México está menos consolidado debido a la fragmentación interna de los cárteles, aunque el mercado es grande.
Gran presencia de actores criminales
Los expertos subrayan que las organizaciones narcotraficantes de México se encuentran entre los grupos mafiosos más sofisticados del mundo, ello sin importar que la fragmentación de los cárteles redujo el número de grupos con grandes operaciones internacionales, pues los que quedan tienen redes que abarcan la mayor parte del mundo.
“Las organizaciones de tráfico de drogas se centran en el tráfico internacional de drogas, generando miles de millones de dólares en ingresos anualmente, pero numerosas fuentes de ingresos, incluidos el robo de petróleo, la tala ilegal, la trata de personas, el secuestro y la extorsión, están profundamente arraigadas”, se dijo.
También se dijo que debido a que los carteles de la droga controlan gran parte del territorio, cooptando al Estado mediante el soborno y la intimidación, los políticos son frecuentemente asesinados o amenazados por mafias que intentan garantizar que los políticos cooperativos ocupen sus cargos.
“Si bien los actores integrados por el estado no controlan los mercados delictivos, la corrupción dentro del gobierno y las agencias de aplicación de la ley facilita las redes delictivas e influye en las actividades ilícitas, proporcionando ingresos a los funcionarios públicos de alto rango”, plasma el documento.
“El gobierno carece de una estrategia de seguridad coherente”
Finalmente, en materia de resiliencia, es decir, la forma en que se brinda respuestas integrales y efectivas al crimen organizado, México se colocó en la posición 112 a nivel mundial, con un puntaje de 4.46, sin embargo, a diferencia de la criminalidad, cuanto más alto es el puntaje de resiliencia de un país, más efectivas son sus medidas de respuesta al crimen organizado.
Sobre el tema, se dijo que el enfoque militarizado y de mano dura para combatir el crimen organizado ha producido resultados mixtos en México, ya mientras la corrupción está muy extendida y provoca la connivencia entre las fuerzas del orden, los jueces y los delincuentes, la violencia relacionada con el crimen organizado y la impunidad criminal se encuentran en niveles récord, con escaso acceso a procesos judiciales.
Al tiempo que las medidas adoptadas para frenar la corrupción y aumentar la transparencia carecen de implementación.
“El gobierno carece de una estrategia de seguridad coherente, y los intentos de abordar la corrupción y el crimen organizado se consideran altamente politizados o como esfuerzos para avergonzar a gobiernos anteriores.
“El presidente está centralizando el control entre las instituciones nacionales y ha propuesto nuevas políticas técnicamente ilegales, como tener marines a cargo de las actividades aduaneras portuarias”, lanzó el informe.
El análisis, que se actualizará cada dos años, con la participación de 350 expertos, examina la situación de la criminalidad en 193 países integrantes de la ONU.
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