El británico Boris Johnson usa tácticas ofensivas al estilo de Trump

Boris Johnson fue inculpado de “deriva” al estilo político del expresidente estadounidense Trump.

Boris se presionó para disculparse por un controversial comentario sobre el líder de la oposición que fue atacado por manifestantes.

El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, lo tuvieron que sacar en un auto de policía por la noche.

El parlamento fue rodeado por una gran multitud enojada, que lo acusó de “proteger a pederastas”.

Esta acusación, ocurre desde hace tiempo por círculos conspiratorios ultraderechistas británicos, había sido utilizada contra él por el propio Johnson la semana anterior.

Cuando se defendía ante los diputados tras la publicación de un nocivo informe sobre las fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos.

El primer ministro, cuyo puesto pende de un hilo por el montón de escándalos y el descontento en las filas de su propio Partido Conservador, tildó el ataque del lunes de “absolutamente vergonzoso”.

En enero, Johnson arremetió contra Starmer acusándolo de haber “pasado todo el tiempo procesando a periodistas” en lugar de al pederasta Jimmy Savile.

Sin embargo Starmer no tuvo ningún papel en la decisión de no procesar a Savile.

Los llamados se multiplican desde hace una semana para que Johnson se retracte.

Una de sus colaboradoras, Munira Mirza, responsable de políticas en Downing Street, renunció escandalosamente.

Mirza le reprochó el haber lanzado una acusación “engañosa” y no pedir abiertamente perdón como ella le aconsejó.

“Nuestras palabras tienen consecuencias”, recordó ante los diputados el presidente de la Cámara de los Comunes, el laborista Lindsay Hoyle.