Tu pareja es tu espejo, por eso refleja los miedos, inseguridades, mecanismos de defensa y hasta traumas de la infancia, conoce los tipos de apego y estabiliza tus emociones.
En la pareja se evidenciará la manera en que aprendimos a expresar y gestionar nuestras emociones, así como el tipo de apego que refleja nuestra vida.
Ainsworth propuso varios tipos de apego: seguro e inseguro, ansioso ambivalente, evitativo e inseguro desorganizado.
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Apego seguro
Se genera cuando un niño se siente protegido, aceptado y atendido por su cuidadores primarios, papel que por lo general es asumido por sus padres.
Aquellos padres que muestran una mayor disponibilidad y proximidad a las necesidades de sus hijos durante la infancia, favorecen el desarrollo de una mejor autoestima.
Normalmente los infantes que experimentaron este apego, lloraron poco en el hogar y su madre fue un clave para explorar su ambiente.
Al haberse establecido un buen entorno familiar, con lazos más sanos, durante la edad adulta tenderán a relacionarse de forma más independiente y buscarán crear un ambiente de seguridad y confianza con su pareja.
Por ello tienden a tener relaciones más estables, son más seguros y proactivos, y no tienen miedo al abandono.
Apego ansioso-ambivalente
Lo desarrollan aquellos niños que crecieron en ambientes ambivalentes, en donde, por momentos, podían sentirse muy amados y en otros rechazados u olvidados.
Estas situaciones podían provocarles rabia o una gran necesidad de contacto, así como la sensación de inseguridad, ya que no había certeza de la disponibilidad de los padres ante sus llamados.
Al llegar a la adultez suelen ser personas inseguras, ansiosas, temen al rechazo, y no logran confiar plenamente en los demás.
Pueden generar dependencia ante comportamientos de ambigüedad, es decir, de amor-odio, por lo que pueden engancharse emocionalmente en esos vaivenes.
También pueden experimentar una gran ansiedad ante los conflictos en pareja, por lo que que tratarán de evitarlos incluso a costa de sus propias necesidades e intereses.
Apego evitativo
Lo desarrollan principalmente aquellos niños cuyas madres y padres pudieron mostrarse relativamente inaccesibles o con rechazo a brindarles atención cuando lo necesitaban.
Por este grado de inseguridad por lo que pudieron haber llorado de manera intensa en casa o en los lugares donde se percibían en abandono.
Esto hizo que crecieran con actitudes defensivas al no sentirse atendidos ni protegidos por sus padres, desarrollaron comportamientos para evadir el dolor o la angustia.
Así mismo aprendieron a negar y a mostrar abiertamente sus emociones.
En la adultez son personas que tienden a mostrarse distantes por temor a ser lastimados ante la menor señal de que algo puede dañarlos.
Así mismo suelen huir, por lo que no tienen relaciones estables o duraderas.
Apego desorganizado
Se genera en aquellos niños que muestran mayor grado de inseguridad ante la ausencia de los padres, sus comportamientos tienden a ser confusos e incluso contradictorios.
Durante la etapa adulta, sienten frustración por lo que tienen en su vida, y pueden ser explosivos en sus relaciones como un mecanismo de defensa.
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