El papa Francisco, de 87 años, fue hospitalizado este miércoles en Roma para someterse a una serie de pruebas médicas y recibir tratamiento por una bronquitis, según confirmó el Vaticano. La noticia ha generado preocupación entre los fieles y la comunidad católica, quienes siguen de cerca su estado de salud.
De acuerdo con el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, el sumo pontífice acudió al Hospital Gemelli, donde le realizaron estudios médicos como parte del monitoreo de su salud. Se espera que reciba un tratamiento con antibióticos para controlar la infección respiratoria, un problema que ha afectado su agenda en los últimos meses.
La hospitalización se da luego de que el papa presentara dificultades respiratorias en días recientes. A pesar de su condición, fuentes cercanas han asegurado que su estado de salud es estable y que permanece en observación médica como medida preventiva.
El líder de la Iglesia católica ha enfrentado varios problemas de salud en los últimos años. En 2021, fue sometido a una cirugía intestinal en el mismo hospital. Además, ha padecido problemas en la rodilla, lo que ha limitado su movilidad y ha obligado a realizar diversas apariciones en silla de ruedas.
Si bien aún no se ha confirmado cuánto tiempo permanecerá internado, se prevé que el pontífice tenga que cancelar o reprogramar algunas de sus actividades oficiales. Esto incluye su participación en audiencias públicas y eventos litúrgicos programados para los próximos días.
Los fieles en todo el mundo han expresado su apoyo y oraciones por su pronta recuperación. El Vaticano continuará proporcionando actualizaciones sobre su estado de salud en los próximos días.
El papa Francisco sigue bajo atención médica mientras los doctores buscan estabilizar su condición y prevenir complicaciones. Su hospitalización pone de manifiesto los desafíos de salud que enfrenta el pontífice, pero también la vigilancia médica constante a la que está sometido para garantizar su bienestar.
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