El Reino Unido y el mundo despiden a Isabel II con un grandioso funeral en Londres
La reina Isabel II, recibió el último adiós en un imponente funeral de Estado en la Abadía de Westminster.
En presencia de mandatarios de todo el mundo, antes de ser enterrada en privado en Windsor.
En su sermón, el arzobispo de Canterbury, alabó la vida de la reina, dedicada durante siete décadas a su pueblo.
“Las personas que aman servir son infrecuentes en cualquier ámbito de la vida. Los líderes que aman servir son aún más infrecuentes.
Pero en todos los casos, aquellos que sirven serán amados y recordados, mientras que quienes se aferran al poder y los privilegios son olvidados”.
El Coro de la Abadía de Westminster y el Coro de la Capilla Real hicieron vibrar con sus cánticos a los cerca de 2,000 asistentes.
Incluidos unos 500 mandatarios y monarcas del mundo, del presidente estadounidense Joe Biden al brasileño Jair Bolsonaro.
Y de los reyes de España, Felipe y Letizia, los eméritos Juan Carlos y Sofía, hasta el emperador Naruhito de Japón.
Una estremecedora fanfarria de los trompeteros de la caballería de la casa real dio paso a dos minutos de silencio.
El oficio terminó con el himno nacional, “Dios salve al Rey”, cantado en honor del nuevo monarca Carlos III.
El féretro fue cubierto con el estandarte real, la corona imperial, el cetro y el orbe, símbolos de la reina.
Los restos de Isabel II debían ser trasladados donde se encuentra el célebre castillo que se convertirá en la última morada de la reina.
Multitudes en las calles
La víspera del funeral, el Palacio de Buckingham difundió una foto inédita de Isabel II, tomada para su “jubileo de platino” en junio.
La mostraba vestida de azul pálido y luciendo una resplandeciente sonrisa.
Isabel II falleció el 8 de septiembre a los 96 años, cuando pasaba el verano en su residencia escocesa de Balmoral.
Su salud no dejaba de empeorar, pero la desaparición de una monarca cuya presencia parecía casi eterna conmocionó al país y al mundo.
El Reino Unido la homenajeó con 10 días de luto nacional, que volvió casi imperceptibles las protestas de una minoría de republicanos.
Su hijo mayor, la sucedió como Carlos III. Hasta ahora uno de los miembros menos apreciados de la familia real británica, su popularidad subió en los últimos días.
La Abadía de Westminster no pudo dar cabida a las multitudes de británicos deseosos de acompañar a su reina hasta el final.
Miles de personas esperaban la célebre avenida que conduce al palacio de Buckingham, para ver pasar el cortejo tras el funeral de Estado.
Reunida con sus padres y su esposo
Isabel II llegó al trono en 1952, en un Reino Unido y se marchó en el 2022 de la pospandemia y el Brexit.
En Windsor, el féretro será llevado a la Capilla San Jorge por la gran avenida que atraviesa los terrenos del castillo.
En esta iglesia del siglo XV, se celebrará otro oficio religioso con 800 invitados, incluidos empleados de la difunta reina.
Allí, la corona, el orbe y el cetro será retirados del féretro y colocados sobre el altar.
En una última ceremonia privada, la reina será enterrada en el “Memorial Jorge VI”, donde reposan sus padres y las cenizas de su hermana Margarita.
Los restos de su esposo, serán enterrados junto a ella, trasladándolos de la cripta real donde se encuentran desde su muerte.
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