El país de Dinamarca se convirtió en el primero de la Unión Europea en levantar todas sus restricciones sanitarias.
Dinamarca tiene un elevado porcentaje de vacunados y en la menor gravedad que representa la variante Ómicron.
Después de un intento de dos meses entre septiembre y noviembre, las mascarillas, el pasaporte sanitario y los horarios disminuidos de bares y restaurantes serán historia pasada en este país.
Estoy muy contenta de que esto acabe. Es bueno para la vida en la ciudad, la vida nocturna, solo poder estar afuera más tiempo
Thea Skovgaard, una estudiante de 17 años.
Los bares y las discotecas también volverán a abrir este martes sin ninguna capacidad establecida.
Las únicas restricciones que permanecen son para los viajeros no vacunados que llegan desde fuera del espacio Schengen.
Aunque, este cambio con lo de la pandemia se produce en un momento en que Dinamarca registra entre 40,000 y 50,000 contagios diarios.
Un nivel récord que representa casi el 1% de la población de este país de 5.8 millones de habitantes.
Tenemos un número extremadamente elevado de adultos vacunados con las tres dosis. Es nuestro secreto
Epidemióloga Lone Simonsen, profesora en la Universidad de Roskilde, cerca de Copenhague
Más del 60% de la población ya tiene una dosis de refuerzo de la vacuna contra Covid-19. En el resto de la Unión Europea el porcentaje es apenas inferior al 45%.
Incluyendo los casos recientes de Covid-19, las autoridades sanitarias estiman que el 80% de la población está protegida contra las formas graves de la enfermedad.
Como Ómicron no representa gravedad para los vacunados, pensamos que es razonable levantar las restricciones
Agrega Simonsen.
La experta dice que la circulación de la variante creará una inmunidad más durable y permitirá enfrentar futuras olas del virus.
La mayoría del país apoya esta estrategia tras dos años de pandemia. Un 64% de los daneses confía en la política sanitaria del gobierno, según una encuesta publicada por el diario Politiken.
Responsabilidad de ciudadanos
“Es hora de que todo el mundo asuma su responsabilidad”, dice Simonsen.
“Sin pasaporte sanitario, hay un cambio de responsabilidad: los daneses recurren cada vez más a las autotest en un momento en que se reduce el número de test de antígenos disponibles. De este modo, las personas sintomáticas sabrán si están infectadas y podrán quedarse en casa si lo están”, afirma la epidemióloga.
En caso de salir positivo, la Agencia nacional de salud recomienda aislarse durante cuatro días. Si bien, las personas que han estado en contacto con un enfermo ya no tienen que realizar una cuarentena obligatoria.
También se sigue recomendando el uso de las mascarillas y de los pasaportes sanitarios para las visitas al hospital.
Aunque las autoridades son optimistas, piden prudencia.
“No podemos dar garantías cuando se trata de biología”, reconoció la jefa del gobierno, Mette Frederiksen, que la semana pasada, anunció el regreso “a la vida de antes”.
“Está muy bien que esto pare, pero ¿viviremos siempre sin restricciones? Lo dudo”, admite Cille Hjort, una vendedora de comida rápida.
En septiembre, Dinamarca ya había levantado las restricciones antes de reintroducir el pasaporte sanitario a inicios de noviembre.
Todo cerrado antes de la Navidad, los museos, cines y salas de espectáculos, reabrieron en enero.
Frente a un nivel de hospitalizaciones en cuidados intensivos inferior al de olas anteriores, algunos países europeos, como Francia y el Reino Unido, anunciaron una reducción considerable de la mayoría de sus restricciones, aunque los niveles de contagios siguen siendo altos.
Tras dos años de pandemia, las poblaciones en la mayoría de los países alcanzaron niveles de inmunidad elevados, sea por la vacuna o de manera natural. Así es como termina, a juzgar por lo que vimos en pandemias anteriores
Concluye Simonsen.
A nivel europeo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 73% de la población ha tenido coronavirus desde inicios de 2020.
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