Una exmoderadora de contenido demanda a TikTok por no cuidar la salud mental de sus trabajadores.
Una exmoderadora de contenido ha decidido demandar a TikTok alegando que ByteDance, tiene protocolos deficientes o inadecuados para proteger la salud mental de los moderadores.
Frazier ha garantizado que durante todo este tiempo tenía que ver “miles de actos de violencia extrema y gráfica”.
Entre todas estas imágenes se encontrarían violación infantil, mutilación de animales, canibalismo, asesinatos de bandas y genocidio.
Todos estos vídeos, se juntarían con unas condiciones de trabajo muy precarias.
Frazier ha señalado que, en numerosas ocasiones, tanto ella como sus compañeros, debían ver varios de estos vídeos a la vez para llegar a los objetivos.
“El gran volumen de contenido, hace que los moderadores de contenido no se les permite más de 25 segundos por video y simultáneamente ven de 3 a 10 vídeos y al mismo tiempo”.
Este cúmulo de circunstancias habrían provocado en Frazier “un trauma psicológico severo” que incluye depresión y síntomas asociados con la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático.
En este sentido, la exmoderadora tiene “problemas para dormir y pesadillas horribles” además de “ataques de pánico severos y debilitantes” por estar recordando vídeos constantemente.
Condiciones de trabajo muy precarias…
Se conoce que los moderadores de TikTok solamente tienen una hora libre durante toda la jornada y dos descansos de un cuarto de hora, que hacen una media hora total.
ByteDance está muy pendiente de los tiempos en los que sus trabajadores no están viendo vídeos y si se exceden les “castiga severamente”.
La demanda que ha interpuesto Frazier indica que TikTok no han cumplido con los estándares reconocidos por la industria destinados a mitigar los daños de la moderación del contenido.
Entre estas medidas se encuentran los descansos frecuentes, apoyo psicológico y difuminar o reducir la resolución de los vídeos más duros.
En 2018 ya se interpuso una demanda similar contra Facebook, que se vio obligada a pagar 52 millones de dólares a sus moderadores de contenido por los daños provocados durante las jornadas de trabajo.
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