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¿Cuántos tipos de hongos comestibles conoces y qué se sabe de sus nutrientes?

La época de lluvia tiene varios beneficios en la naturaleza, árboles, plantas, hierbas y hasta hongos se ven beneficiados en estos días.

Al hablar de ellos, existe una gran variedad de estos para consumo humano y las mejores épocas para conseguirlos frescos en el campo o en el mercado va de agosto a septiembre.

Aunque no lo creas existe una enorme variedad de hongos silvestres comestibles, a lo largo del sur del territorio mexicano se conocen más de 200, entre los más conocidos están:

  • amanita u hongo rojo
  • hongo de pan
  • hongo de burro
  • hongo trompeta
  • beshadé
  • el conocido como falda de señorita.

Comer hongos te puede aportar nutrientes importantes al cuerpo como calcio, potasio, fósforo, magnesio, zinc, minerales y cobre.

Los hongos también son ricos en vitamina B como riboflavina, niacina y folatos.

No todos se pueden comer:

Recuerda que, aunque se vean hermosos y muy apetitosos, existe gran cantidad de hongos silvestres que te pueden provocar una intoxicación que te llevarían al hospital o la muerte.

Cada año se presentan casos de envenenamiento por ingesta de estos, porque muchos habitantes carecen de la capacidad de diferenciar los tóxicos de los que no lo son.

Las autoridades recomiendan entre otras cosas, no comer hongos que no se han podido identificar.

  • Por ningún motivo permitir que los niños los recojan para consumirlos.
     
  • Nunca mezclar especies comestibles con otras dudosas cuando se recolectan. Un solo hongo venenoso puede contaminar una cesta completa.
     
  • No comer hongos pequeños o en mal estado y no recoger los que no han completado su desarrollo.
     
  • No recolectar los que tengan anillo como una falda, volva y que todas sus estructuras sean de color blanco.
     
  • Cocinar bien los hongos antes de consumirlos.
     
  • Cuando se prueba una especie que no ha sido comida antes, debe hacerse en porciones pequeñas (no más de 150 gramos por persona).

En caso de presentar cansancio excesivo, dolor de cabeza, mareo, sudor frío, vómitos, dolor abdominal agudo, ictericia, diarrea severa o hepatitis después de consumir algún tipo de hongo silvestre, acudir a la unidad de salud más cercana.

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