De acuerdo a la Comisión de Derechos Humanos del Estado (CDHEH), el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Tula, tiene sobrepoblación, escasez de custodia y deficiencias en vigilancia.
En el Informe Especial sobre el Sistema Penitenciario y Barandilla de 2020, la CDHEH, encontró que el Cereso de Tula, es uno de los 11 reclusorios del estado con mayor sobrepoblación.
Antes de este informe, la CDHEH había expuesto las deficiencias en seguridad y vigilancia. Por su parte, en 2019, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), reportó personal de seguridad y custodia insuficiente.
Este reclusorio, es revisado cada año por las Comisiones de Derechos Humanos (nacional y estatal). En esta penitenciaría, fue donde se registraron los ataques de un grupo armado y la explosión de coches bomba, para liberar a José Artemio Maldonado Mejía, “El Michoacano”.
Riñas, falta de personal y sobrepoblación
En 2017, hubo un enfrentamiento en el penal, dejando la muerte de dos internos por heridas producidas con armas punzocortantes. Anteriormente, un recluso hirió con una punta a otro reo de 23 años.
Por esos hechos, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPH), decomisó del penal de Tula 59 cuchillos, 37 puntas y celulares.
También, el organismo defensor de Derechos Humanos, reportó en fallas en las cámaras de vigilancia y sobrepoblación.
Mientras en el Diagnostico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019, la CNDH detectó la importancia atender las condiciones de gobernabilidad, puesto que, los reclusos, ejercían funciones de autoridad. También expuso insuficiencia de personal de custodia.
El personal de seguridad suma 27 elementos, de los cuales 24 son hombres y tres mujeres. En promedio, un custodio debe vigilar a 16 reos.
Dentro del penal de Tula, la sobrepoblación es del 38.65 por ciento. El lugar tiene cupo para 414 personas, sin embargo, hasta octubre de 2020, habían 571. Es decir, 157 reos más de los que puede recibir el recinto, según datos del informe estatal 2020 de la CDHEH.
Por la sobrepoblación, la penitenciaría ocupa el tercer lugar en el estado, después de Pachuca y Tulancingo, que cuentan con mil 867 y 618 personas reos.
Durante 2020, el reclusorio de Tula, fue el que más castigó a los reos con 63 sanciones disciplinarias derivadas en aislamientos. Aunque no se especifican los motivos, si manifiesta que superó al penal Pachuca, donde se aplicaron 50.
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