Los inconformes canadienses paralizaron el centro de Ottawa con algunos participantes ondeando banderas confederadas o nazis
Los canadienses que acamparon ayer en la capital para manifestarse, superaron en número a la Policía y controlaron la situación.
Mientras, la demostración contra un mandato de vacunación estorbó en su onceavo día.
El “Convoy de la Libertad” empezó como un movimiento contra un requisito de vacunas para los camioneros transfronterizos.
Pero se ha convertido en un punto de encuentro contra las medidas de salud pública y el gobierno del premier Justin Trudeau.
Los inconformes paralizaron el centro de Ottawa con algunos participantes ondeando banderas confederadas o nazis.
La Policía local reubicó a algunos manifestantes y colocó nuevas barricadas, diciendo que están “recogiendo pruebas financieras, digitales, de registro de vehículos… y otras que se utilizarán en procesos penales”.
Mientras, Rusia alcanzó ayer un nuevo récord diario de contagios de coronavirus con 180 mil 71 casos, 10 veces más que hace un mes.
Por su parte, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, informó que dio positivo al COVID.
Estado de emergencia
El alcalde declaró a una radio local que “la situación está actualmente fuera de control porque los manifestantes imponen su ley”. Los manifestantes “son muchos más que nuestros policías”, sentenció.
“Estamos perdiendo la batalla”, admitió el alcalde (…) debemos recupera la ciudad”
Remarcó.
Watson consideró “inaceptable” el comportamiento de los manifestantes que bloquean calles y los camioneros que no dejan de hacer sonar sus bocinas.
El movimiento “Convoy de la libertad”, apuntaba inicialmente contra la decisión de obligar a los camioneros a estar vacunados contra el covid-19 para poder cruzar la frontera con EU.
La protesta se transformó luego en una movilización contra todas las medidas sanitarias y contra el mismo gobierno del primer ministro Justin Trudeau.
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