Melania Trump presentó su nuevo retrato oficial como Primera Dama de Estados Unidos, generando diversas reacciones en la opinión pública. La imagen, capturada por la fotógrafa belga Régine Mahaux en la Sala Oval Amarilla de la Casa Blanca, muestra a Melania en una fotografía en blanco y negro, vistiendo un traje oscuro y una camisa blanca, con una expresión seria y las manos apoyadas sobre una mesa reflectante.
Este retrato contrasta notablemente con el publicado en 2017, donde Melania aparecía con una expresión más suave y adornada con joyas. La nueva imagen proyecta una figura más profesional y decidida, lo que ha llevado a analistas a interpretar un cambio en su enfoque hacia un papel más activo y comprometido en la arena política durante el segundo mandato de su esposo, Donald Trump.
El fondo del retrato incluye el Obelisco de Washington, un símbolo de la independencia estadounidense, lo que refuerza la intención de destacar su relevancia en la administración actual. La publicación de la imagen en redes sociales ha generado un amplio debate, acumulando miles de “me gusta” y comentarios que elogian su elegancia y determinación, mientras que otros critican la seriedad y el mensaje implícito en la fotografía.
Este retrato sugiere una nueva aproximación de Melania Trump a la vida política, alejándose de la imagen más reservada que mantuvo durante el primer mandato de su esposo, y adoptando una postura que indica una mayor participación y presencia en la esfera pública.
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