El informe que realizó la Comisión Mexicana de Promoción y Defensa de Derechos Humanos arroja que en la actualidad, el total de personas que han sido expulsados de sus territorios asciende.
Principalmente por la presencia de grupos armados organizados, violencia política, conflictos sociales o territoriales.
El Consejo Nacional de Población informó que con base en el censo poblacional, se sumaron 262 mil personas desplazadas forzadamente.
En el reporte de la ONG sólo en 2020 sumaron 9 mil 741 afectados y se contabilizaron 24 episodios de desplazamiento interno, de los cuales 14 obedecieron a la operación de la delincuencia organizada.
Estos casos ocurrieron principalmente en:
- Chiapas
- Guerrero
- Chihuahua
- Michoacán
- Oaxaca
- Sinaloa
- Sonora
Al respecto, el representante asistente del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados, Joseph Herrero, destacó la gravedad del problema a nivel mundial, pues impacta a 82.4 millones de personas.
En el caso mexicano, los grupos de mayor vulnerabilidad, como las mujeres, niños y comunidades indígenas recienten más el desplazamiento forzado por implicar una doble discriminación.
En el caso de los pueblos originarios, Herrero enfatizó el efecto social que tiene dada su relación ancestral con sus territorios
“El efecto en la población indígena por sus sistemas económicos, sociales y cultural asociado a la tierra, hace que el desplazamiento se convierta en una grave amenaza para las comunidades”
Herrero calificó el desplazamiento forzado de “drama, un flagelo”, pero en el caso de las comunidades indígenas, por sus características de vinculación a sus tierras “pone en riesgo la supervivencia de pueblos“.
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