En los últimos años México se ha convertido en una puerta de acceso al mercado mundial para varios fabricantes chinos que buscan llegar a otros países.
México y los fabricantes chinos
La cercanía de México con el mayor mercado de consumo del mundo no es el único punto a su favor. Gracias al tratado de libre comercio suscrito con Estados Unidos y Canadá, una silla fabricada en la planta de Kuka, en Hofusan, puede cruzar la frontera libre de aranceles, mientras que una enviada a EU desde China tendría un arancel de 25 por ciento.
La inversión china en México aumentó de 154 millones de dólares (mdd) en 2016 a 271 mdd un año después, cuando Donald Trump asumió la presidencia amenazando con una guerra comercial.
Los problemas de las cadenas de suministro durante la pandemia y la zozobra causada por la cruzada reguladora del presidente chino Xi Jinping contra el sector tecnológico han empujado a más empresas chinas a este lado del Pacífico, su inversión en México ascendió a casi 500 mdd en 2021.
“China está buscando abastecer al mundo y no todo va a ocurrir desde la propia China, debido a muchas de estas tensiones. Entonces, el establecimiento de empresas chinas en México es parte de este proceso de cambios en la globalización”, dice Shannon K. O’Neil, columnista de Bloomberg que pronto publicará el libro The Globalization Myth: Why Regions Matter.
Esta no es una iniciativa vertical gubernamental como la “Nueva Ruta de la Seda” de Xi, que ha financiado centrales eléctricas, puentes y puertos en decenas de países.
Sin embargo, en su mayor parte, las autoridades chinas ven con buenos ojos que las empresas de bajo margen deslocalicen la producción a terceros países a medida que el nuevo enfoque de Beijing es fomentar las industrias manufactureras avanzadas, como los semiconductores y los vehículos de nueva energía.
En 2015, el Consejo de Estado de China emitió un documento promoviendo “la cooperación internacional en capacidad productiva”.
Empresas asiáticas y su interés por México
Las empresas chinas no son las primeras en buscar el abrigo de México ante los aranceles estadounidenses.
Las automotrices japonesas comenzaron a abrir plantas en el país en la década de 1990 en respuesta a un aluvión de restricciones a la importación que inició con Ronald Reagan.
“En el caso de China, existe una combinación similar de sanciones e incentivos que hace que la reubicación en América del Norte sea atractiva para algunas empresas e industrias”, dice O’Neil.
Lee: JAC celebra 5 años de éxitos tras su llegada a México e Hidalgo
Aunque el costo de los materiales y la mano de obra es generalmente más alto en México que en China, la brecha se ha ido reduciendo a lo largo de los años y los salarios en China crecen a un ritmo más rápido.
Los aranceles de Trump, que siguen vigentes bajo la administración Biden, junto con un aumento en los costos de los fletes inducido por la pandemia, también afectaron la ventaja económica de manufacturar en China.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, por otro lado, ha sido criticado por no capitalizar el deseo de las empresas estadounidenses de reducir su dependencia de China.
En ese sentido, el Banco Interamericano de Desarrollo ha estimado que el nearshoring (acercar la producción a los clientes) podría aumentar las exportaciones de México en 35 mil 300 mdd anuales, o un poco más del 7 por ciento.
Hasta hace poco ese escenario parecía demasiado optimista. Los 31 mil 700 mdd de inversión extranjera directa que registró México en 2021 fue la cifra más baja desde 2016, excluyendo el peor momento de la pandemia en 2020, según datos oficiales.
Pero el país captó una cifra de IED de 19 mil 400 mdd en el primer trimestre de 2022, lo que lo convierte en el segundo trimestre más exitoso de este siglo.
Las exportaciones chinas a Estados Unidos
China superó a México como el principal exportador a Estados Unidos en 2003, sin embargo, México ha estado recuperando terreno desde que se impusieron los aranceles estadounidenses.
El país asiático exportó a Estados Unidos casi 200 mil mdd más en bienes que México en 2018. Esa diferencia se redujo a menos de 130 mil mdd en los doce meses hasta fines de junio.
Con todo, países asiáticos como Vietnam y Tailandia parecen estar captando una buena parte de la inversión en manufactura que antes solía recibir China.
De 2018 a 2021, las exportaciones combinadas de ambas naciones a Estados Unidos aumentaron 84 por ciento, es decir, en 68 mil mdd, frente a 38 mil mdd u 11 por ciento para México.
Algunos sostienen que México se estaría beneficiando más si López Obrador no hubiera asustado a los inversores con su retórica nacionalista, incluidos los planes para aumentar el control estatal del sector eléctrico y los obstáculos que su administración ha puesto para que empresas estadounidenses y europeas inviertan en energía eólica y solar.
Por otro lado, es menos probable que las empresas chinas se asusten por el hábito de López Obrador de criticar a las compañías extranjeras, pues muchas tienen experiencia operando en mercados emergentes.
A diferencia de otros países de Latinoamérica, México tiene un gobierno federal que nunca ha hecho muchos esfuerzos para atraer a empresas chinas, en parte porque durante largo tiempo las ha visto como rivales en el sector fabril y también para evitar tensiones con Estados Unidos, dice Rangel (a pesar del reciente aumento, la inversión china equivalió a solo el 3 por ciento de los 14 mil 800 mdd que las empresas estadounidenses invirtieron en México el año pasado).
Nuevo León atrae inversión china
Algunos estados mexicanos sí están cortejando activamente la inversión china. Nuevo León está construyendo dos “supercarreteras” que comunican con la frontera.
El estado, como muchos de sus vecinos en la frontera, también ofrece exenciones de impuestos sobre la nómina para empresas que cumplan con ciertos criterios.
Las empresas chinas han enfrentado algunos desafíos operativos en México.
El T-MEC, que reemplazó al TLCAN, exige como requisito para el trato arancelario preferencial que una mayor proporción del valor de cualquier producto provenga de Norteamérica.
Sin embargo, a diferencia de China, México no cuenta con extensas redes de proveedores en una gran cantidad de industrias.
Comments