Piden 40 años de cárcel por asesinato de Sosa Cravioto; «Fer no lo mató», insisten.
Se inició el juicio por el homicidio calificado de Gerardo Sosa Cravioto, hijo del exrector Gerardo Sosa Castelán.
Crimen por el cual el Ministerio Público (MP) solita la pena máxima, 40 años de prisión, contra Fernando R. M., a quien imputa los hechos ocurridos el 23 de febrero de 2019 en Acaxochitlán.
La defensa del acusado reiteró la postura de inocencia del extrabajador del rancho Yemila y amigo de la víctima.
“Fer no lo mató”, dijo ante el tribunal de enjuiciamiento.
En audiencia efectuada en la sala V de los juzgados penales de Pachuca, que duró alrededor de ocho horas, el Tribunal de enjuiciamiento, integrado por los jueces:
- Jesús Anim Ope Islas
- Celsa Aguilar Flores
- Martha Ydalia Hernández Ramírez
Reiteró los hechos ocurridos cuando la víctima se trasladaba en una camioneta Ford Ranger 2019 hacia San José, recibió tres de los cinco disparos perpetrados en su contra en el lugar conocido como Los Árboles.
La defensa del imputado, vinculado a proceso, insistió en que Fernando no es el homicida del hijo del expresidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Pues aseveró que no se encontraba en el lugar de los hechos. Ese día, dijo, se emborrachó y permaneció en una vivienda familiar ubicada en el centro de Pachuca.
Los representantes del Ministerio Público, presentaron a los primeros 11 testigos, entre ellos Damián Sosa Castelán.
De los 54 que prevé desahogar, entre peritos en balística, agentes ministeriales, trabajadores del rancho y personas que auxiliaron a la víctima previó a su deceso en un nosocomio de Tulancingo.
El testimonial de Sosa Castelán; que se encuentra en prisión domiciliaria por la acusación de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita por 58.2 millones de pesos.
Su hija Adriana Sosa Cravioto y Adriana Cravioto Torres, todas víctimas indirectas.
Además de la declaración del exrector Humberto Veras Godoy, quien recibió los partes médicos en el hospital Santa María de Tulancingo, donde falleció Gerardo, y de tres familiares del presunto responsable.
Presentarán pruebas…
También presentarán el análisis de los datos extraídos del teléfono móvil de la víctima y el perfil psico-criminal del acusado, entre otras pruebas que, hablarán por él joven asesinado.
Según la defensa, la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo busca la incriminación de un inocente, pero consideró que solo probarán que Gerardo recibió tres balazos.
Así mismo, que querrá establecer que Fernando era conflictivo y tenía problema con quien fue su amigo, aunado a que su relación laboral se terminó por pérdida de confianza.
Pidió poner «atención» al retrato hablado del homicida y «la forma en que se mostró», así como la duda sobre las armas que se utilizaron, por lo que afirmó que «la fiabilidad de las pruebas «será fundamental» para el fallo.
Tras finalizar la presentación de los primeros 11 testimonios, el Tribunal de enjuiciamiento citó a audiencia el próximo 25 de marzo, a las 9:00 horas, para el deshago de los próximos 11 testigos.
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