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El pasado viernes, se detuvieron al menos seis trabajadores del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tula, presuntos culpables en la participación de la fuga de reos el 1 de diciembre.

Los custodios fueron aprehendidos por de agentes de la División de Investigación de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH).

Familiares de los detenidos, indicaron que los custodios fueron detenidos por el delito de evasión tras el ataque y fuga en el Cereso de Tula, en Hidalgo.

Familias de los acusados, manifestaron que los trabajadores del Cereso mencionaban anomalías en la distribución de reos en el penal, pero sus superiores no tomaron en cuenta sus comentarios y observaciones.

Otro de los familiares de los custodios, acusó que antes de la fuga, el personal avisó sobre los riesgos de autogobierno, por la cantidad de presos relacionados con homicidios y secuestros, sin embargo, no recibieron respuesta.

Una más de sus demandas omitidas, fue el mejoramiento del armamento, debido a que era insuficiente el que tenían, de acuerdo a las menciones de los guardias.

“Los trabajadores de seguridad, no tenían ninguna oportunidad en contra del grupo armado. El grupo criminal los superaba en número y armas de fuego“, aseguraron familiares de los custodios detenidos.

Tras la fuga de los reos del penal de Tula, autoridades estatales realizaban entrevistas al personal del Cereso para conocer si hubo colaboración con los trabajadores que permitieron la salida de los internos.

La Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSPH) también realiza investigaciones para conocer la presunta responsabilidad del personal del centro penitenciario en la fuga de los reos y el líder criminal.

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